Villavicencio es una ciudad con una urbanización reciente muy acelerada en el país. El crecimiento sin pausa y la confluencia de población migrante, han complejizado la identidad de la población con el territorio que habita. La ciudad posee numerosos cuerpos de agua, pantanos, arroyos y ríos que a pesar del cemento con el que algunos han sido parcial o totalmente cubiertos, se conservan y traen una gran biodiversidad dentro de la ciudad.
Como punto de encuentro de diferentes culturas cómo las del altiplano, llanero y de otras partes del país, Villavicencio está reconociendo su múltiple y cambiante identidad, lo que le permitirá reconocer también a los actores naturales de su territorio y fortalecer su cultura común.
Realizamos el taller de aprendizaje fluido en el Bioparque los Ocarros, que amablemente nos permitió ingresar a la Reserva forestal Protectora vanguardia alta y caño vanguardista, aledaña al Bioparque.
Allí nos reunimos con 22 profesores de instituciones educativas de Villavicencio que trabajan con mucha voluntad y persistencia en sus proyectos educativos ambientales.
Fue un espacio de desconexión de las labores cotidianas, en medio del bosque y el agua cristalina que corre al costado. Permitió conocernos y compartir los distintos procesos que cada profesor lleva en su colegio, con miras a articularnos y compartir saberes.
El taller fue dinámico y divertido, y muy útil, en sus palabras, para replicarlo con sus estudiantes, por ser concreto y práctico.
